¿Cómo producir ánodos de titanio recubiertos de rutenio iridio?
Los ánodos de titanio se utilizan ampliamente en galvanoplastia y otros procesos industriales. Sin embargo, pueden enfrentar corrosión y otros problemas, lo que puede afectar su rendimiento y vida útil. Para superar estos problemas, muchas industrias ahora utilizan ánodos de titanio recubiertos de rutenio iridio. Estos ánodos tienen una excelente resistencia a la corrosión y pueden durar más que los ánodos tradicionales. Aquí se explica cómo producir ánodos de titanio recubiertos de rutenio iridio.
Paso 1: Limpieza de los ánodos de titanio
El primer paso es limpiar los ánodos de titanio. Esto elimina cualquier suciedad, aceite u otras impurezas que puedan afectar el proceso de recubrimiento. Puede usar una solución de limpieza química o usar métodos de limpieza mecánicos como limpieza con chorro abrasivo o limpieza ultrasónica.
Paso 2: Preparación del recubrimiento
En este paso, los ánodos se preparan para el proceso de recubrimiento. Primero se enjuagan con agua destilada para eliminar cualquier resto de agentes de limpieza. A continuación, se sumergen en una solución ácida para eliminar las posibles capas de óxido presentes en la superficie. Esto permite una mejor adherencia del revestimiento.
Paso 3: Aplicación de recubrimiento
El recubrimiento se aplica por galvanoplastia. En este proceso, los ánodos se conectan a una fuente de alimentación y se sumergen en una solución que contiene iones de rutenio e iridio. Se pasa una corriente a través de la solución, lo que hace que los iones metálicos se depositen en la superficie de los ánodos. El grosor del revestimiento se puede controlar ajustando la intensidad actual y la duración del proceso.
Paso 4: Tratamiento posterior al recubrimiento
Una vez que se completa el proceso de recubrimiento, los ánodos se enjuagan con agua destilada para eliminar cualquier residuo o impureza. Luego se secan y se calientan en un horno a una temperatura de alrededor de 400 grados centígrados. Este proceso se conoce como recocido y ayuda a mejorar la adherencia del recubrimiento a la superficie de los ánodos.
Paso 5: Control de calidad
El paso final es asegurarse de que el recubrimiento cumpla con las especificaciones requeridas y sea de alta calidad. Esto implica probar el grosor, la fuerza de adhesión y el rendimiento general de los ánodos. Los ánodos que pasan la prueba de control de calidad se almacenan y envían a los clientes.
En conclusión, los ánodos de titanio recubiertos de rutenio iridio son populares en muchas industrias debido a su excelente resistencia a la corrosión y alta durabilidad. Siguiendo el proceso de producción anterior, las empresas pueden producir ánodos de alta calidad que satisfagan las necesidades de sus clientes.